LA INVASIÓN DE LOS PLÁSTICOS Y SUS FUENTES INVISIBLES

LA INVASIÓN DE LOS PLÁSTICOS Y SUS FUENTES INVISIBLES

El plástico dentro de nosotros

Está en todas partes: el producto más duradero, insidioso e íntimo del mundo.

Desde las suelas de los zapatos, hasta las lentes de contacto en los ojos; desde el teléfono en el bolsillo, hasta la comida en el refrigerador, las pruebas son inconfundibles: estamos viviendo en la Edad del Plástico.

El plástico nos libera, mejorando la vida cotidiana de maneras casi innumerables.

A la vez, el plástico nos aprisiona en la contaminación por desechos y microscópica.

Estudios recientes han demostrado el espeluznante alcance de los plásticos en los océanos y lagos del mundo. Orb Media preguntó lo siguiente: si el plástico microscópico está en los océanos, lagos y ríos, ¿está también en el agua potable?

En el primer estudio científico público de su tipo, encontramos contaminación de los plásticos previamente desconocida en el agua de grifo de las ciudades de todo el mundo*.

Las fibras plásticas microscópicas están fluyendo de grifos desde Nueva York hasta Nueva Delhi, de acuerdo con la investigación exclusiva de Orb y un investigador de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Minnesota. Desde los pasillos del Capitolio de los Estados Unidos hasta las orillas del lago Victoria en Uganda, mujeres, niños, hombres y bebés están consumiendo plástico con cada vaso de agua que beben.

Más del 80 por ciento de las muestras que recogimos en cinco continentes dieron positivo a la presencia de fibras plásticas.

Los microplásticos - pequeñas fibras y fragmentos de plástico - no solamente están sofocando al océano; han infestado el agua potable del mundo.

¿Por qué deberíamos preocuparnos? Se ha demostrado que los microplásticos absorben productos químicos tóxicos relacionados con el cáncer y otras enfermedades y luego los liberan cuando son consumidos por peces y mamíferos.

Los científicos dicen que estas fibras microscópicas podrían originarse durante la abrasión cotidiana de la ropa, la tapicería y las alfombras. Pueden alcanzar el grifo de su hogar al contaminar las fuentes locales de agua o los sistemas de tratamiento y distribución. Pero nadie lo sabe, y aún no existen procedimientos específicos para filtrarlas o contenerlas.

Si las fibras plásticas están en el agua que consumimos, según los expertos, estas también están seguramente en los alimentos – leche en fórmula para bebé, pastas, sopas y salsas, ya sean provenientes de la cocina o del supermercado. Las fibras plásticas pueden leudar la masa de las pizzas, y un próximo estudio dice que es probable que se encuentren en la cerveza artesanal que bebemos para acompañar el pepperoni.

Esto se pone peor. El plástico es casi indestructible, lo cual significa que el desecho de los plásticos no se biodegrada o descompone; más bien, solo se descompone en pedazos más pequeños de sí mismo, incluso hasta partículas en escala nanométrica: una milésima de una milésima de milímetro.

Los estudios demuestran que las partículas de ese tamaño pueden migrar a través de la pared intestinal y llegar a los ganglios linfáticos y a otros órganos corporales.

¿Qué significa el plástico en el agua de grifo para la salud humana? ¿Cómo llegó allí y qué se puede hacer al respecto? Decidimos buscar respuestas en una investigación de diez meses a lo largo de seis continentes.

 

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